Recuperamos esta carta enviada por Nahuel, escrita en diciembre 2015.
“Aunque este fragmento de las muchas cosas que quiero decir se vean carentes de sentimiento, quiero que sepan que dejo en él todo el anhelo de esperanza y toda la gratitud del esfuerzo que muchas personas están dando.
Como todo amante de la libertad, siento en mi piel el dolor de verme privado de todo aquello que añoro y amo, pero esta libertad que amo, no está basada en el egoísmo ni en el yo equiparable al liberalismo pos-moderno, sino en aquella libertad colectiva que nace de pensar y vivir la miseria de otros seres que al igual que yo anhelan la libertad.
Pero aún hay familias sin hogar, gente que se deja la vida por un futuro incierto.
Aún hay millones de animales que sufren la tortura y la muerte.
No soy más que nadie. Soy una persona más, un animal sintiente y consciente, enjaulado y confinado.
Pero aunque este coloso de cemento encierre mi cuerpo, y a veces mi mente, no me mantendré inmóvil ante el desamparo de aquel que lo necesite.
A ustedes. A ustedes que mantienen encendida la esperanza, les hago saber que mientras mi corazón siga latiendo, mantendré vivo el sueño de que la liberación animal (humana) y de la tierra son más que bonitas palabras, sino una motivación más para resistir en esta lucha llamada vida.
Hazme un favor.
Procura que viva la anarquía”.
17/03/2016
